TOMMY BOLAÑOS

 La pasión por la nutrición se remonta a años atrás, nació en mi adolescencia. Sufrí un considerable sobrepeso: mi alimentación no era buena, la grasa se acumulaba en exceso y lo peor de todo era el hecho de no ser consciente de cuanto me afectaba.

Un día, me armé de valor y, tras una conversación con mis padres, les mostré mis sentimientos y les dije que necesitaba ayuda. Ellos, por supuesto, no dudaron ni un solo instante, valoraron muy positivamente mi propuesta y acudimos a un Dietista. La experiencia fue maravillosa.

Cuando finalmente conseguí los resultados, mi autoestima creció de manera exponencial, también la confianza en mí mismo y, principalmente, mi salud.

Tras experimentar este cambio tan importante –no solo físico, sino también mental–, despertó en mí la inquietud y empecé a estudiar. Y estudié.

Hoy día, este mundo se ha convertido en mi profesión. Me di cuenta de que quería ayudar a la gente para que sintiera lo mismo que yo sentí cuando lo logré. No todo se consigue por tu dar tus conocimientos, está claro, pero sí por saber trasmitirlos y convencer de que todo se puede lograr. La manera de ser no te la enseñan en universidades o institutos y creo que ese es uno de mis puntos fuertes.

Trabajo como dietista desde el año 2013 y he pasado por diferentes empresas hasta llegar aquí. Se puede decir que mi mayor campo de experiencia desde el comienzo, es el área de nutrición clínica, concretamente, el Sobrepeso y la Obesidad.

Creo firmemente en una Educación alimentaria de por vida. Lograr un cambio mantenido en el tiempo, si es posible.

Cada año invierto tiempo y recursos económicos, en formaciones que me permitan ofertar la mejor experiencia asistencial y educativa a mis pacientes. Dicen que dejar de estudiar está sobrevalorado, así que sigo formándome por eso de no perder la costumbre.